
Hoy en día, gran parte —por no decir la mayoría— de los títulos que llegan a España lo hacen en español. Es cierto que con el tiempo y la demanda las salas de cine se han animado a estrenar algunos largometrajes en versión original, pero no alcanzan ni un cuarto de los mismos.
Con el auge de las plataformas bajo demanda, sin embargo, ahora disponemos de la mayor parte del contenido en versión original y sus correspondientes doblajes prácticamente desde el momento del estreno.
Ahora bien, ¿cómo ha sido el desarrollo del doblaje en España?
Para entender el contexto, nos tenemos que remontar a los inicios del cine sonoro, siendo la primera proyección en público de una película con sonido en París en el año 1900. No obstante, no fue hasta 1927 que se proyectó en Nueva York por primera vez una película con sonidos completamente sincronizados, siendo esta El cantante de jazz.
Desde ese entonces, y con el crecimiento del cine sonoro, el doblaje empezó a ser tendencia y en los años 30 se inauguró el primer estudio de doblaje español en la ciudad de Barcelona.
El doblaje fue escogido en primera instancia por diversos países como forma de fortalecer la identidad nacional. Más tarde, en el año 1941 y bajo el mandato de la Dictadura de Francisco Franco, se impuso como norma la obligatoriedad del doblaje como forma de censura y control lingüístico, y aunque esta obligatoriedad cesase en 1946, el doblaje se siguió realizando en el país.
Diferencias entre el doblaje de animación y de acción real
Si bien ahora estamos acostumbrados a que no se haga distinción entre unas producciones y otras a la hora de doblarlas al castellano, no siempre fue así.
El ejemplo más claro lo podemos encontrar en los largometrajes de Disney, y si eres un niño de los 80 o los 90, seguramente algunas películas te resultan extrañas después de su remasterización y doblaje en la década de los 2000.
Esto sucede porque la compañía de Walt Disney apostó por realizar doblajes en Hispanoamérica para todo el territorio hispanohablante, con un acento “neutro” que funcionase para todos estos países.
No fue hasta el año 1992, con La Bella y la Bestia, que el doblaje español se diversificó y se trasladó el doblaje a España, teniendo así un doblaje específico para el país.
Sin embargo, desde el principio la mayoría de películas live-action de Disney fueron dobladas en España, haciendo distinción en los públicos a los que se dirigía.
¿Qué valor le podemos sacar al doblaje?
Tanto la traducción como el doblaje son dos profesiones sacrificadas, que requieren una gran cantidad de horas de trabajo para que el público reciba el mejor producto final. Si bien podemos hacer esta diferencia, una clasificación más correcta sería “traducción para subtítulos” y “traducción para doblaje”.
Mientras que todo el proceso de creación de subtitulado tiene como fin hacer llegar al espectador un producto entendible y contextualizado, el doblaje se centra en que la traducción sea eficiente para la posterior sincronización con el audio original. Es decir, que un personaje no siga hablando cuando tenga la boca cerrada.
Es importante asegurarse, sobre todo, de que las expresiones y modismos se entiendan en el idioma al que se traduce, pues no es lo mismo decir “an apple a day keeps the doctor away” que “mejor prevenir que curar”.La localización de algunas expresiones o chistes es cada día menos común, ya que al vivir en un mundo globalizado somos conscientes de más realidades alrededor del mundo, pero en series como Shin Chan se sigue dando como acercamiento a diversas partes de la cultura japonesa.
¿En qué afecta la globalización al doblaje?
El desarrollo natural de la industria cinematográfica y la televisión en un entorno global ha ido en dirección de estrenos mundiales en salas de cine y plataformas VOD.
Como era de esperar, una mayor demanda en la inmediatez de los estrenos en todo el mundo, entre otras razones por miedo a los spoilers, genera la necesidad de tener todo el contenido disponible a la vez. Esto se traduce, en ocasiones, en una traducción rápida y con prisas, sin apenas dejar información al equipo de traducción y a los actores de doblaje. Como ejemplo cumbre tenemos el conocidísimo “sicansíos” de Juego de Tronos.
En muchas ocasiones, incluso, prima más el doblaje que el subtitulado, teniendo que esperar días para poder acceder al contenido en versión original.
Beneficios e inconvenientes del doblaje en españa
Uno de los argumentos más comunes utilizados en contra del doblaje en España tienen que ver con el aprendizaje personal. Hay personas que lo consideran un atraso y opinan que la mejor forma de aprender un idioma es optando por ver el contenido en su versión original. También se dice que se pierde la naturalidad de los actores en consecuencia del doblaje.
Sin embargo, aún un gran número de personas defienden que consumir el contenido en el idioma de destino (en este caso, el español), aporta comodidad y la información llega con la misma calidad que en la lengua original, ya que el equipo que se encarga de todo el proceso es profesional y el resultado es bueno.
Lo que es cierto es que el contenido no doblado no tiene la misma repercusión que el que sí. Uno de los ejemplos clave es la famosa Juego de Tronos mencionada antes, pero esto también ocurre con la industria española o asiática. ¿Habrían tenido La Casa de Papel o Parásitos el mismo éxito si no hubieran sido dobladas? Lo más probable es que no hubieran llegado a la mitad de los espectadores.
Al final, no deja de ser el público quien decide y demanda diversos contenidos, y el mercado debe adaptarse a ello. Mientras tanto, podemos disfrutar de nuestras series y películas favoritas en el idioma que queramos.